Detrás de esa nube, se esconde un ser superior y grande, que nos salvará a todos. Se lo conoce con el nombre de Mufasa. |
Así es; sólo imagina, por un segundo, que Dios existe. Acto seguido, imagínate que es una persona de lo más bondadosa, y que premia a los mejores con un lugar en el paraíso. Luego, imagina que tiene estas dos opciones:
Dos Personas Diferentes.
Opción A: Conducta excelente, va a la iglesia, comulga. Todo esto por temor a Dios y esperando ser recompensado e ir al cielo
Opción B: Conducta excelente, no va a la iglesia y no le importa la Religión. Su conducta es consecuencia de su personalmente desinteresado deseo de hacer del mundo un lugar mejor.
Bien, dime. ¿Quién crees que es más correcto? - A leguas, creo que es el B. Porque, si bien ambos tienen la misma conducta, el A demuestra un trasfondo egocéntrico y egoísta, mientras que B al menos tiene un fin mucho más desinteresado, y aboga por toda la existencia.
Osea, si Dios existiese, muy probablemente elegiría a B, por demostrar tener más valores. Osea, que probablemente en igualdad de condiciones, Dios elija al Ateo en lugar de al creyente. Porque el Ateo tiene una causa más noble, para la misma consecuencia. Por ende, es mejor persona.
¿No les parece algo simpático? Es muy interesante ver cómo, analizadas bien las cosas, se pueden deducir sorprendentes conclusiones. Es otra gran obra maestra del ingenio humano. Todo el desarrollo de reglas ficticias como la lógica y las matemáticas, que aplicadas explican coherentemente y pueden predecir acciones y reacciones e incluso leyes que gobiernan al Universo.
Así que, queridos hermanos Ateos o Agnósticos: No importa su creencia. Si se portan bien, lo peor que puede pasar es que tengamos razón.
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